Nuestra actividad: recoger, proteger y reutilizar

Desde siempre, el hombre ha reutilizado los productos derivados y los subproductos de animales en aplicaciones diversas, tanto alimentarias como no alimentarias: para alimentar los animales de cría o de compañía; fabricar jabón; producir calor o energía, y fertilizar los suelos.  Las crisis sanitarias de las décadas de 1990 y 2000 han hecho que estas actividades de reutilización de materiales de origen animal sean más complejas desde un punto de vista técnico, más supervisadas desde un punto de vista reglamentario y mucho más sensibles desde un punto de vista social. 

En Akiolis, somos especialistas en las tres etapas fundamentales que permiten reutilizar de la mejor manera posible estos materiales orgánicos sensibles procedentes de los sectores agrícola y alimentario. En función de su naturaleza y su estado sanitario, no hacemos cargo de ellos en circuitos independientes, perfectamente protegidos y rastreables. 

Etapa n.º 1: La recogida en el origen

Recogemos los materiales de origen animal en las instalaciones de nuestros proveedores asociados, a saber: los criadores, las industrias cárnicas, las industrias agroalimentarias, las carnicerías, los canales de distribución y los particulares. Se trata de actuar deprisa (ya que los materiales orgánicos se degradan rápidamente) y asegurar la ausencia de cuerpos extraños.

La calidad de los productos obtenidos del procesamiento de los materiales recogidos depende en gran medida de la calidad de estos últimos. Por tal motivo, hemos desarrollado un programa con los poseedores de dichos materiales con el fin de que se beneficien de la mejora de la reutilización de sus materiales, lo que a su vez es posible gracias a la mejora de su calidad.​

Etapa n.º 2: La seguridad y el procesamiento en las fábricas

Desde nuestros centros de recogida, los materiales se transportan a nuestras plantas de procesamiento. Tras un tratamiento térmico destinado a higienizarlos y separar la parte lipídica de la parte proteínica, se transforman en grasas animales, proteínas animales transformadas (PAT) o harinas animales según el caso. En todas las etapas del procesamiento, velamos por la calidad de los productos. Se trata de garantizar un grado de seguridad sanitaria y un sistema de trazabilidad irreprochables al mismo tiempo que se controlan los parámetros del proceso para preservar los valores nutricionales y la composición de los productos. 

Etapa n.º 3: La reutilización para nuevos usos 

Tras abandonar nuestras fábricas, los productos pasan a ser materias primas para nuevos usos en las instalaciones de nuestros clientes: usos nutricionales (alimentación de animales de compañía o animales de cría), usos energéticos (biocarburantes, bioenergías y fabricación de cemento), usos industriales (lipoquímica y jabonería), usos agrícolas (fertilización) o, incluso, la fabricación de gelatina.​

Nuestros pilares: fiabilidad, rendimiento y participación

Nuestras soluciones para dar a conocer el valor se desarrollan en función de fundamentos simples, a saber: fiabilidad, rendimiento y participación.

La fiabilidad es indispensable en una actividad como la nuestra, con un carácter reglamentario sustancial y desafíos evidentes en materia de salud pública y protección medioambiental. Les debemos a nuestros clientes y a la sociedad una fiabilidad impecable, de manera de garantizar la seguridad sanitaria y la trazabilidad, en los ámbitos tanto del abastecimiento como el de los productos. Somos garantes de la separación de los flujos entre las diferentes categorías de materiales. Además, les debemos una fiabilidad contante a nuestros vecinos en lo que respecta a nuestras instalaciones y a la gestión de nuestras plantas con miras a minimizar las molestias.

Nuestro rendimiento es fruto de la atención diaria que se dedica a la capacidad de respuesta del servicio y al control de los parámetros de la recogida y el procesamiento. También se fundamenta en los proyectos de innovación que permiten maximizar las cualidades nutricionales y técnicas de nuestros productos terminados.

En conclusión, la participación de nuestros trabajadores resulta patente. Nuestra actividad supone un duro oficio. Solo es posible realizarlo con pasión. ​